viernes, 3 de mayo de 2013

Muerte dolorosa


Esta tortura empezó un día de invierno muy frío. Tocaba hacer la limpieza de la casa, como todos los sábados. Mis padres y mi hermano se fueron al pueblo pero yo me quedé en Madrid porque tenía que estudiar. Para desconectar me puse a limpiar el polvo de los muebles. Al hacer tanto frío llevaba muchas capas de ropa. El pijama, un jersey y mi bata rosa preferida. Preferida hasta que me llevó a la máxima tortura. Mi batita rosa tenía un cordón en la zona de la cintura para cerrar la bata. No me la até por lo que la tenía colgando. Yo limpiando el polvo con la música de mis cascos estaba completamente encerrada en mi mundo sin enterarme de nada exterior.  Salí de mi nube imaginaria cuando vi que el cordón de la bata estaba enredado en la estufa. Bueno lo poco que quedaba de ella porque las llamas eran tan grandes que apenas podía ver. No pude hacer nada, me quedé tirada en el suelo abrasada.
Han pasado varias horas y parece que han pasado años. Miro a mi alrededor desesperada y desolada sin fuerzas para nada. Todo me arde, el dolor es inaguantable y la tortura es inexplicable.  Ya no se si estoy viva o muerta, pero la verdad es que ya me da igual. Estoy completamente sola. He visto una luz blanca y he dejado de sentir mi cuerpo, ¿dónde estaré? Eso del fondo parecen siluetas, ¿estoy en el cielo viendo ángeles?, ¿estoy el en cementerio viendo gusanos?, ¿o son  mis padres que vienen a por mí?

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